Si un árbitro entiende que se tocó la pelota, prevalecerá su decisión. Ambos árbitros controlarán si el portero toca la pelota cuando hay un lanzamiento a portería o si sale fuera del campo de juego. El árbitro en defensa siempre señalará, sin usar el silbato, que la pelota ha sido gol, fuera del campo o la ha tocado el portero. El árbitro en ataque confirmará la acción con el árbitro en defensa antes de señalar nada. En ocasiones, es más fácil escuchar el toque de la pelota que verlo. Los árbitros prestarán atención ambos, la visual y la audible, para señalar correctamente. Si alguno de los dos árbitros considera que el portero ha tocado la pelota, será saque de esquina.
El saque de esquina se sacará desde el lado por el que ha salido la pelota. En un pase, será lanzamiento de esquina si la toca en última instancia un jugador defensor. También será lanzamiento de esquina si el defensor la lanza fuera, voluntaria o involuntariamente. El lanzamiento del saque de esquina se efectuará desde alguno de los extremos de la línea de 2 metros atacante, según indique el árbitro y corresponderá al lado más cercano por donde ha salido la pelota. Esta decisión la tomará el árbitro en ataque. Cuando la pelota se deba poner en juego desde el lado del árbitro en defensa, este se adelantará hasta la línea de 2 metros para indicar el punto exacto desde donde se debe poner en juego la pelota.
El árbitro en ataque determinará por qué lado se pondrá en juego la pelota.. Por el contrario, cuando hay un lanzamiento a portería y la pelota sale por fuera de la línea de gol sin entrar a portería y sin que la toque el portero en último lugar, se concederá saque de portería. Así pues, aunque la toque en último lugar un defensor, a excepción del portero, se señalará saque de portería.