Los equipos deben lucir gorros de colores claramente diferenciados. Dicha distinción debe ser visible tanto con el gorro mojado como seco. Si, en opinión del árbitro, no hay suficiente diferencia entre los gorros de cada equipo, el equipo citado en primer lugar elegirá el color mientras que el segundo equipo deberá elegir otro suficientemente distinto del anterior. Se puede jugar con gorros propios aunque los números deberán ser claramente legibles tanto en seco como en mojado. Si se usa un gorro de plástico por debajo, este deberá ser del mismo color que el gorro oficial. Cuando los gorros estén personalizados, los equipos llevarán otro conjunto de gorros de reserva. Se recomienda a los equipos llevar dos conjuntos de gorros de distinto color.
Si un equipo dispone de dos porteros, deberá tener dos gorros de portero, uno con el número 1 y el otro con el número 13. De esta forma se facilitan y agilizan las sustituciones del mismo.