2.4.4 Juego parado

¿Qué es juego parado? Es el lapsus de tiempo que transcurre desde que se señala una falta hasta que se vuelve a poner otra vez en juego la pelota, ya que se para el cronómetro general. El waterpolo es el único deporte en el que realmente el juego se acelera después de una señalización, ya que en los otros deportes la señal del silbato para el juego.

Faltas con el juego parado. —WP 21.12, 21.13. Durante esos momentos, se deberá expulsar a los jugadores del equipo defensor que cometan alguna falta de impedir, empujar o desplazar a un contrario.

Dado que se señala una expulsión y esto es una clara ventaja adicional, los árbitros deben asegurarse de que se ha producido realmente la falta. Será expulsión del defensor, la acción de impedir o empujar a un adversario con el juego parado, ya que esta acción puede producir una pérdida de la ventaja de posición. Si de la acción del defensor no se deriva ninguna pérdida de posición ni cambio de la ventaja ofensiva, el árbitro puede abstenerse de señalarla, si, no haciéndolo, puede haber mayor ventaja para el equipo atacante.

Por ejemplo, si un jugador recibe una falta fuera del área de 5 metros, el jugador podrá lanzar directamente a portería. Sin embargo, el árbitro podría señalar una expulsión al defensor del boya si, al hacerlo, da una nueva ventaja al equipo atacante; de entrada, el tiempo de posesión volvería a empezar. Pero podría suceder que esta señalización quitara ventaja al equipo atacante ya que podría impedir el lanzamiento directo del primer jugador, quitando, pues, ventaja ofensiva al equipo.

Evitar el nado con el juego parado será expulsión (coger). Con el juego parado, los árbitros deben prestar mucha atención a un posible incremento de la ventaja ofensiva. Por ejemplo, después de señalar falta al boya, se expulsará al defensor que impida o coja a un atacante que está entrando hacia portería, especialmente si el boya estaba preparado para realizar el pase a dicho jugador. Los árbitros deben señalar expulsiones con el juego parado para conseguir un juego activo y con movimiento, a menos que, por ejemplo, el boya esté en condiciones de sacar la falta y dar un buen pase a otro jugador que viene desmarcado desde fuera.

Pueden haber faltas más intensas con el juego parado. Se deberán señalar incluso aunque el juego no esté parado. Debido a la importancia del juego del boya, muchos defensores incrementan la intensidad de su marcaje hacia él después de la señalización de una falta en el perímetro. En ese marcaje se pueden producir faltas de coger, hundir o tirar hacia sí al boya que no tiene la pelota. En estos casos se debe expulsar al jugador defensor del boya (aunque se deberá prestar atención a que otro jugador no esté a punto de realizar un lanzamiento directo). Estas expulsiones no son específicas del juego parado (impedir, coger, hundir o tirar hacia sí); el árbitro las deberá señalar de la misma forma que con el juego en marcha.

Faltas en ataque. No se señalarán si no afectan al juego, a menos que sean particularmente duras o flagrantes. Con el juego parado, también puede ser el atacante quien cometa falta de impedir, empujar o desplazar al contrario. Con esta acción aumenta el nivel de ventaja del atacante bajando, en consecuencia, el del defensor y se deberá señalar una contrafalta. Sin embargo, estas faltas no se señalarán si no afectan directamente al juego. Por el contrario, las faltas atacantes resultantes de coger, hundir o tirar hacia sí se deben señalar prácticamente siempre. Estas faltas se señalarán normalmente como faltas ordinarias, y se concederá el lanzamiento de un tiro libre a favor del equipo defensor. Sin embargo, si la falta es particularmente dura o flagrante, se deberá señalar la correspondiente expulsión en ataque.

Los árbitros deberán tener cuidado en mantener el partido dentro de los límites del reglamento. La ley de la ventaja es clara, pero no debe ser ninguna excusa para no señalar una falta cuando esta suceda (ver discusiones de faltas en el capítulo 3).