Al igual que sucede en otros deportes donde los jugadores se enfrentan directamente, muchas veces se suelen emplear con intensidad y de forma agresiva en sus acciones para ganar el partido. En un deporte donde el defensor comete faltas como parte de su estrategia defensiva, los árbitros deberán mantener la ventaja atacante mediante un ritmo correcto de señalizaciones; es decir, sancionando sólo aquellas que impliquen una clara pérdida de la ventaja.
Desgraciadamente, cuando el criterio de señalización de faltas no es adecuado con respecto a la ventaja, o cuando los jugadores no son capaces de discernir el criterio del árbitro acerca de las faltas y la ventaja, aquellos empiezan a sentir frustración y empiezan a dirigir esta frustración hacia sus oponentes. Es decir, que empiezan a estar más pendientes del adversario que de la pelota. Además, a algunos jugadores les resulta difícil controlar los límites de su agresividad y pueden no ser capaces de mantenerlo dentro de unos niveles apropiados cuando el partido se vuelve tenso.
Los árbitros deben señalar las faltas agresivas y establecer límites claros entre lo permitido y lo que no. Es responsabilidad de los árbitros señalar las faltas agresivas y establecer un límite claro entre lo que está permitido y lo que no lo está. Si las faltas agresivas se empiezan a señalar en el segundo periodo, sin duda alguna ya será demasiado tarde. Los árbitros deben señalar las faltas agresivas de forma clara desde la primera posesión del partido.
Las faltas agresivas se pueden clasificar de la siguiente forma:
Acción | Sanción |
Presionante | Ver Faltas de Juego |
Demasiado agresivo | Falta ordinaria o expulsión |
Golpear o dar patadas | Expulsión (o penalti) |
Cabezazos | Expulsión o más |
Violencia | Expulsión con sustitución (20 seg) |
Brutalidad | Expulsión con sustitución (4 minutos) y penalti |
Se permite un juego presionante. En el waterpolo se permite el juego presionante. Esto se refiere no sólo a que el equipo esté jugando en pressing, sino también a acciones individuales de marcaje presionante mientras intenta quitar la pelota. En este caso, normalmente serán faltas de juego y se debe señalar la sanción apropiada, o incluso no señalar nada.
Hay que tener en cuenta que, cuando un equipo pasa de jugar en zona a jugar en pressing, el juego sube bruscamente de intensidad. El árbitro deberá estar atento a este cambio y reaccionar muy rápidamente. Si sigue arbitrando con un ritmo de faltas como el que había antes del pressing, sin lugar a dudas estará dejando de sancionar faltas y le resultará bastante difícil recuperar el control del partido.
Establecer los límites del juego demasiado agresivo. Cuando los jugadores juegan demasiado agresivos, generalmente se incrementa la intensidad del partido desde un nivel permitido a otro más allá de lo aceptable. Los árbitros deben establecer un límite claro en el juego presionante. Por ejemplo, si un árbitro observa que un jugador empieza a incrementar la intensidad de su juego, se le podría señalar una falta ordinaria de una forma rápida que haga entender al jugador que el árbitro no le va a permitir jugar así, y tal vez vuelva a jugar dentro de los límites del reglamento. Algunas veces, un aviso puede ayudar a los jugadores a comprender la situación. Si el partido ya empieza fuerte desde la primera falta (y quizás no se señaló o se señaló una falta ordinaria), se podrá sancionar con expulsión a la segunda vez que se repita una acción similar. Arbitrar un partido con un nivel por debajo del juego, puede complicarlo y hacer muy difícil la labor del árbitro. Siempre será más fácil empezar sancionando pronto las faltas.
Golpear o dar patadas es expulsión. Golpear o dar patadas o intentarlo, es expulsión. Golpear o dar patadas se señalará cuando haya un claro intento de hacerlo. Hay muy pocas razones por las que no se señale esta falta. La única razón podría ser que el equipo atacante está en una clarísima situación de conseguir un gol. Estas faltas suelen suceder fuera de la zona de juego y, en consecuencia, se señalarán al margen del mismo.
Dar cabezazos es una forma de golpear. Los cabezazos se definen como una manera de golpear (ver apartado 3.4.6.). Estas faltas son peligrosas y, cuando ocurran, se deben sancionar de una forma enérgica. Dependiendo de la severidad de la falta, el árbitro puede incluso sancionarla como violencia o, aunque raramente, brutalidad. Sin embargo, los árbitros deben distinguir entre los cabezazos intencionados (intentar golpear con la cabeza) y el contacto entre la cabeza del atacante y la cara del defensor debido a un movimiento natural del atacante y a la inapropiada posición de la cara del defensor en el hombro del contrario.
Violencia es mala conducta. —WP 21.9—. La violencia es debida a acciones en las que se pone en riesgo la integridad física del jugador. Debe ser una acción no intencionada. Se supone que los jugadores deben mantener un buen control sobre su cuerpo. Si hay alguno que no se controla y efectúa acciones exageradas y agresivas sobre sus oponentes, se deberá sancionar de acuerdo con esta regla.
Definición de brutalidad y sanción. Se debe señalar siempre. —WP 21.10—. Brutalidad es golpear o dar patadas a un contrario con intención de hacer daño. Esto es, intentar lesionar al adversario. El jugador será expulsado por todo el partido con sustitución a los cuatro minutos y se lanzará un penalti contra su equipo. Además, este jugador no podrá jugar el siguiente partido, como mínimo. No hay ninguna razón por la que el árbitro deje de sancionar una brutalidad. Si sucede, siempre se debe sancionar.
Si se señala brutalidad durante el intervalo entre periodos, tiempo muerto o después de un gol el juego se reiniciará con el silbato del árbitro de forma normal y en ese momento se procederá al lanzamiento de un penalti.
Si se señala brutalidad simultánea durante el intervalo entre periodos, el árbitro expulsará ambos jugadores con sustitución después de 4 minutos. El juego se reiniciará de forma normal y cuando uno de los equipos haya obtenido la posesión, los árbitros pararán el juego y señalarán el penalti a favor del equipo que haya obtenido la posesión. El primer penalti se lanzará sin rebote, es decir gol o no gol. A continuación se lanzará el segundo penalti sin rebote, es decir gol o no gol. Después los árbitros concederán un tiro libre desde medio campo a favor del equipo que había obtenido la posesión.
Si se señala brutalidad simultánea durante un tiempo muerto o después de un gol, el árbitro expulsará ambos jugadores con sustitución después de 4 minutos. El primer penalti lo lanzará el equipo que tenía la posesión sin rebote, es decir con resultado de gol o no gol. A continuación se lanzará el segundo penalti sin rebote, es decir gol o no gol. Después los árbitros concederán un tiro libre desde medio campo a favor del equipo que tenía la posesión.