Los árbitros son observadores imparciales y mediadores entre los dos equipos. Los árbitros no son las estrellas del espectáculo, y no deben llamar la atención; más bien deben ser discretos, intentando pasar desapercibidos. En esencia, los árbitros son observadores imparciales y, cuando es necesario, mediadores entre los dos equipos. No deben ser exagerados al pitar ni deben interferir demasiado en el juego.
Coherencia. Los árbitros no deben llamar la atención, aunque deben prestar mucha atención al control del partido cuidando de que no se sobrepasen los límites del reglamento. Tampoco son entrenadores. El árbitro debe ser imparcial y coherente, desde el principio hasta el final, en uno y en el otro lado del campo de juego. Lo que es falta en un lado, también lo ha de ser en el otro y lo que no es falta en un lado, tampoco lo ha de ser en el otro.
El árbitro debe dejar jugar a los jugadores. El árbitro debe permitir jugar el partido a los jugadores. La función del árbitro es señalar las faltas sólo cuando sea necesario. Es responsabilidad de los jugadores el desarrollo del juego en el agua. Su responsabilidad consiste en jugar el encuentro, para los entrenadores dirigir sus equipos y para el árbitro controlar el partido.
Cuando un árbitro arbitra, debe garantizar el resultado justo del partido. En una El árbitro asegura el resultado final situación determinada, el árbitro puede dar las respuestas más extremas: la mejor y la peor. El trabajo de los árbitros radica en dar la respuesta que esté lo más cerca posible de la mejor.
El árbitro asegura el resultado final. Un ejemplo puede ilustrar mejor esta situación: El boya tiene la pelota (aunque no en su mano) y recibe una falta en el momento que está viniendo un segundo defensor en labor de «ayuda». El árbitro señala la correspondiente falta ordinaria pero, el momento de señalarla puede ser determinante para dar la mejor respuesta a la situación. El árbitro, al señalar esta falta la puede hacer en tres momentos distintos:
Tres señalizaciones aparentemente iguales pero sólo una es la óptima.
En estas tres situaciones vemos que las tres señalizaciones son reglamentarias. Sin embargo, sólo en la última situación se ha dado la respuesta óptima.
Conocer todas las reglas del campeonato. El Reglamento de waterpolo y sus interpretaciones, cambian. Además, las reglas pueden ser distintas según se esté dirigiendo encuentros internacionales, nacionales, de edades, másters, etc. También puede haber competiciones regionales, provinciales o torneos amistosos. Es imposible tener y enviar al día todos los documentos impresos (reglamentos, etc.) de cualquier cambio, revisión, o nueva interpretación, justo en el momento que se produzca. Es responsabilidad del árbitro conocer las reglas bajo las que se disputa una determinada competición. Los árbitros pueden estar permanentemente al día asistiendo a las reuniones técnicas de las federaciones territoriales o nacionales, leyendo informes, obteniendo información a través de internet o informándose por los propios compañeros.