Sábados

A C. G.

Afuera hay un ocaso, alhaja oscura

engastada en el tiempo

y una honda ciudad ciega

de hombres que no te vieron.

La tarde calla o canta.

Alguien descrucifica los anhelos

clavados en el piano

Siempre, la multitud de tu hermosura.

*      *      *

A despecho de tu desamor

tu hermosura

prodiga su milagro por el tiempo.

Está en ti la ventura

como la primavera en la hoja nueva.

Ya casi no soy nadie,

soy tan sólo ese anhelo

que se pierde en la tarde.

En ti está la delicia

como está la crueldad en las espadas.

*      *      *

Agravando la reja está la noche.

En la sala severa

se buscan como ciegos nuestras dos soledades.

Sobrevive a la tarde

la blancura gloriosa de su carne.

En nuestro amor hay una pena

que se parece al alma.

*      *      *

que ayer sólo eras toda la hermosura

eres también todo el amor, ahora.