La reconstrucción histórica no es uno de los principales propósitos de esta obra. Puede considerarse como una fantasía sobre ciertos acontecimientos y personas de los últimos días de la República romana.
La principal libertad que como autor me permito es la de trasladar un acontecimiento que tuvo lugar el año 62 a. C. —la profanación de los Misterios de la Buena Diosa por Clodia Púlquer y su hermano— a la celebración de los mismos ritos diecisiete años más tarde, el 11 de diciembre del año 45 a. C.
En el año 45 sin duda muchos de mis personajes habrían muerto hacía ya tiempo: Clodio, asesinado por unos matones en un camino rural; Catulo, aunque sólo tenemos la palabra de san Jerónimo para pensar que murió a la edad de treinta años; Catón el Joven, unos pocos meses antes en aquel mismo año, en África, resistiendo al poder absoluto de César; la tía de César, viuda del gran Mario, fallecida antes del año 62. Por otra parte, en el año 45, la segunda mujer de César, Pompeya, había sido reemplazada por la tercera, Calpurnia.
Cierto número de los elementos de esta obra que podrían parecer inventados por mí son en realidad históricos: Cleopatra llegó a Roma el año 46, y César la instaló en su villa, al otro lado del río; permaneció allí hasta que él fue asesinado, y entonces huyendo, volvió a su país.
Casi todos los historiadores que han investigado en profundidad la vida privada de César han sopesado y generalmente rechazado la posibilidad de que Junio Marco Bruto fuese hijo de César. El regalo que hizo César a Servilia de una perla de valor sin precedentes es histórico. Las cartas en cadena de los conspiradores, dirigidas contra César, me las han sugerido los acontecimientos de nuestro tiempo. Las hizo circular en Italia contra el régimen fascista Lauro de Bosis, siguiendo —se dice— el consejo de Bernard Shaw.
Llamo la atención del lector sobre la forma en que se presentan los materiales de esta obra:
Dentro de cada uno de los cuatro libros, los documentos se dan en orden aproximadamente cronológico. Los del libro primero se refieren a septiembre del año 45 a. C. El libro segundo, que contiene material relacionado con las indagaciones de César acerca de la naturaleza del amor, se inicia antes y cubre los meses de septiembre y octubre. El libro tercero, que trata principalmente de religión, empieza aún antes y se desarrolla a lo largo del otoño, y concluye con las ceremonias de la Buena Diosa en diciembre. El libro cuarto, que resume todos los aspectos de la investigación de César, particularmente los que plantean la posibilidad de que él mismo estuviera representando el papel de instrumento del «destino», empieza con el primer documento del volumen y finaliza con su asesinato.
Todos los documentos que figuran en esta obra son fruto de la imaginación de su autor, a excepción de los poemas de Catulo y la cita final, tomada de Vidas de los Césares, de Suetonio.
Las fuentes referentes a Cicerón son copiosas; las que tratan de Cleopatra escasean, y muchas son las que informan sobre César, pero a menudo resultan enigmáticas y desvirtuadas por su intencionalidad política. Este libro es una reconstrucción hipotética, debido a la desigualdad de esas mismas fuentes.
THORNTON WILDER