99. Las Liebres y las Ranas

Al enterarse de que eran los peores ladrones del mundo, los Miembros de la Asamblea Legislativa decidieron suicidarse. Compraron mortajas y las pusieron en un sitio adecuado mientras se preparaban para degollarse. Cuando estaban afilando los cuchillos, unos Vagabundos que pasaban por el lugar robaron las mortajas.

—Vivamos, amigos —dijo uno de los Legisladores a los demás—; el mundo es mejor de lo que pensábamos. Hay en él peores ladrones que nosotros.