72. El Milano, las Palomas y el Halcón

Unas Palomas amenazadas por un Milano pidieron a un Halcón que las defendiera. El Halcón aceptó, y tras ser recibido en el corral, esperó al Milano. Al llegar este se le echó encima y lo devoró. Cuando estuvo tan saciado que apenas podía moverse, las agradecidas palomas le arrancaron los ojos.