60. El Labrador y la Zorra

Un Labrador que sentía un implacable y mortal odio a cierta Zorra, la atrapó y le ató un trozo de estopa a la cola; después la llevó al centro de su propio campo sembrado, prendió fuego a la estopa y dejó escapar al animal.

—¡Ay! —dijo el Labrador al ver el resultado—. Si esa cosecha no estuviera tan bien asegurada no me quedaría más remedio que disimular mi odio a la Zorra.