Dos Perros que habían estado peleando por un hueso, sin que ninguno consiguiera imponerse, llevaron la disputa a una Oveja. La Oveja escuchó con paciencia ambas declaraciones y después arrojó el hueso a un charco.
—¿Por qué hiciste eso? —preguntaron los Perros.
—Porque —respondió la Oveja— soy vegetariana.