Pero digo que podemos seguir un segundo método, una segunda vía, que consistiría en colocamos ante la realidad, ante el ser pleno, ante el conjunto total de los seres, en la situación en que la vida misma nos coloca. Consistirá este método en arrancar y partir de nuestra vida actual; de nuestra realidad como seres vivientes; de nosotros mismos tal como estamos rodeados de cosas, viviendo en el mundo. Este segundo camino parece el más adecuado para seguirlo en estas lecciones, por circunstancias muy especiales. El primer camino tiene ventajas didácticas; tiene ventajas de exposición, pero son ventajas de abstracción escolástica. En cambio, este otro camino que consiste en tomar el punto de vista de nuestra existencia real, tiene ventajas precisamente existenciales; tiene la ventaja de que acaso nos ponga de un modo más dramático y más viviente en contacto directo con los problemas, conforme ellos mismos vayan surgiendo a nuestro paso.