Estudiemos, pues, cuáles son las formas del juicio en la lógica formal. En la lógica formal los juicios suelen dividirse según cuatro puntos de vista: según la cantidad, según la cualidad, según la relación y según la modalidad. Y desde cada uno de estos puntos de vista, los juicios se dividen en tres tipos de juicios. Si tomamos el punto de vista de la cantidad –estoy ahora, y ustedes me van a disculpar, enunciando las cosas más elementales de la lógica formal; pero no hay más remedio– si tomamos, digo, el punto de vista de la cantidad, dividiremos los juicios según la cantidad del sujeto, y entonces obtendremos juicios individuales, cuando el sujeto sea concepto tomado individualmente; particulares, cuando el sujeto sea un concepto tomado en parte; universales, cuando el sujeto sea un concepto tomado en toda su extensión. Así tendremos que según la cantidad los sujetos se dividen en individuales, como por ejemplo: este A es B, o Juan es argentino; en particulares, como cuando decimos: algunos A son B, algunos hombres son blancos; en universales, como cuando decimos: todo A es B, todo hombre es mortal. Según la cualidad los juicios se dividen (como es bien sabido) en afirmativos, negativos e infinitos. Afirmativos son aquellos que predican el predicado del sujeto como cuando decimos: A es B, o Juan es argentino; negativos, aquellos que no predican el predicado del sujeto, como cuando decimos, por ejemplo: el átomo no es simple; infinitos son aquellos que predican del sujeto la negación del predicado, como cuando decimos, por ejemplo: los pájaros son no mamíferos; donde no decimos lo que son, sino que todo un sector de ser –los mamíferos– no pertenecen a los pájaros, pero quedando abierto un número infinito de posibilidades de que los pájaros sean otras cosas. Desde el punto de vista de la relación, los juicios se dividen en categóricos, hipotéticos y disyuntivos. Juicio categórico es aquel que afirma sin condición ninguna el predicado del sujeto; como por ejemplo: el aire es pesado. Juicio hipotético es aquel que no afirma el predicado del sujeto más que sub conditione; por ejemplo: si A es B, entonces es C o si Juan es argentino, entonces es americano. Juicio disyuntivo es aquel en que se afirman alternativa y exclusivamente uno u otro predicado, o varios predicados; por ejemplo cuando decimos: A es B, o C, o D o Antonio es español, o portugués o italiano. Desde el punto de vista de la modalidad, los juicios se dividen en problemáticos, asertóricos y apodícticos. Problemáticos son aquellos juicios en donde se afirma del sujeto el predicado como posible; ejemplo: A puede ser B. Los juicios asertóricos son aquellos en que el predicado se afirma como predicado efectivo del sujeto: A es B. Y los juicios apodícticos son aquellos en que el predicado se afirma del sujeto como teniendo necesariamente que ser predicado del sujeto: A es necesariamente B; o A tiene que ser B; como cuando decimos: la suma de los ángulos de un triángulo tiene que ser dos rectos o no puede por menos de ser dos rectos. En cambio, cuando decimos «el calor dilata los cuerpos», es este juicio asertórico, porque es así, pero podría ser de otro modo.