Como ustedes ven, queda un residuo de metafísica cartesiana en el obispo Berkeley, que es la substancia pensante, el espíritu y Dios. Ese residuo de metafísica cartesiana lo vamos a ver desaparecer como por magia ante los formidables embates del tercer gran representante del empirismo inglés, que es Hume. Lo mismo que Berkeley ataca el concepto de substancia material que todavía quedaba superviviente del cartesianismo en la filosofía de Locke; del mismo modo Hume va a atacar ahora el concepto de substancia espiritual, que quedaba todavía sobreviviente en el obispo Berkeley. Y lo va a atacar con la misma arma: el análisis psicológico, el psicologismo.