La verdad

Y entonces el último elemento del conocimiento que se nos propone a nuestra descripción fenomenológica, es el de la verdad del conocimiento. En este caso la verdad del conocimiento consiste en que el conocimiento concuerde con el objeto; o mejor dicho, consiste en que en la relación de conocimiento, el pensamiento formado por el sujeto, en vista del objeto, concuerde con el objeto. Esta concordancia del pensamiento con el objeto ha sido y es muchas veces considerada en la filosofía, por muchos pensadores, como el criterio de la verdad. Pero si nos fijamos bien, si atendemos bien a la descripción que acabamos de hacer del fenómeno conocimiento, advertiremos que esa concordancia del pensamiento con el objeto no es criterio de la verdad, sino que es la definición de la verdad. No es la piedra de toque por medio de la cual se descubre si un conocimiento es verdadero o no, sino que es en lo que consiste que un conocimiento sea verdadero. Es la esencia misma de la verdad, la definición misma de la verdad. Verdadero conocimiento es el conocimiento verdadero. No hay verdadero conocimiento más que el conocimiento verdadero. Esto quiere decir que el conocimiento falso no es conocimiento. Cuando el conocimiento no concuerda con la cosa, no es que tengamos un conocimiento falso: es que no tenemos conocimiento. El conocimiento que diremos verdadero conocimiento, el auténtico conocimiento, es el conocimiento verdadero, y el conocimiento verdadero es aquel en el cual el pensamiento concuerda con el objeto. Ahora, ¿qué criterio puede aplicarse para tener la certeza de que el pensamiento concuerda en efecto con el objeto? Ese es un problema que no está comprendido dentro de la descripción fenomenológica del conocimiento. Uno de los problemas que la teoría del conocimiento tendrá que examinar; uno de los problemas que la teoría del conocimiento tendrá que plantear y resolver es el de cuáles sean los criterios, las maneras, los métodos de que pueda valerse el hombre para ver si un conocimiento es o no verdadero. Pero si es verdadero, entonces el ser verdadero consiste en que el pensamiento coincide con el objeto; y si no es verdadero, o sea si no es conocimiento, es que el pensamiento no coincide ni concuerda con el objeto. Por consiguiente, hay que irse acostumbrando a no considerar que la coincidencia del pensamiento con el objeto sea criterio de la verdad; sino que es la verdad misma, es en lo que consiste la verdad. Criterio, en cambio, o sea modo, método para descubrir si un conocimiento es verdadero, eso podrá haber de diferentes clases y especies, o quizá no haber ninguno. Si los hay, y cuáles sean, lo descubrirá en su día la teoría del conocimiento.