Platón, El ser y la unidad

El que advierte bien los méritos extraordinarios de Parménides y al mismo tiempo el punto flaco, fue Platón. Saben ustedes que Platón y Aristóteles representan las dos cumbres del pensamiento griego. Platón debe una enorme parte de su filosofía a Parménides. Debe también otra parte de su filosofía a Sócrates. Pero advierte muy bien el punto en que la filosofía de Parménides flaqueaba. Entre los pocos libros de que dispongo, he podido encontrar un pasaje de El sofista, diálogo de Platón, en que dice textualmente que «Parménides confunde aquello que es, con la unidad de lo que ello es». Voy a explicar a ustedes lo que quiere decir Platón. Dice que Parménides confunde aquello que es, o sea la existencia de algo, con la unidad de lo que ello es, o sea con la unidad de las propiedades de eso que existe. Confunde, pues, según Platón, el existir con lo que yo llamo el consistir. Confunde la existencia con la esencia. Confunde lo que más tarde va a llamar Aristóteles la «substancia», con lo que la substancia tiene, o sea con lo que la substancia es, con su esencia. Una esencia no por eso, no por ser esencia, ha de existir ya. Este error que Platón revela y descubre en la filosofía de Parménides es, en efecto, fundamental. Consiste en confundir las condiciones formales del pensamiento con las condiciones reales del ser. Así, Platón se encuentra perfectamente armado para desenvolver con una amplitud magnífica algunos de los postulados contenidos en la filosofía de Parménides, y algunos otros que toma de su trato personal con Sócrates. Voy primero a intentar fijar muy brevemente qué es lo que Platón debe a Parménides y qué es lo que debe a Sócrates.