Es posible que un poema
sea bueno. Depende
del azimut de su deseo, del sol
que abra en
la selva que somos. Un gallo
canta al atardecer, peón
de olvido, chantre
del no va más, noche
y humo, anuncia
lo que vendrá, la réplica
de pesadillas, el rostro
que se mira a sí mismo.