FLORES

Los agujeros de la palabra

tienen alma. Nadie

la ve, ni el alma de los agujeros

se ve a sí misma, ni

la palabra la ve. La veleta

sigue al viento en esta casa donde

lo que fue dolor es dolor. La

cantante se fue a París para

encontrarse con su canto, el dolor

se va al dolor mientras

el viento gira y las flores

dejan pasar.