LA NUBE

El sobreviviente se acuesta

a esperar su ausencia. ¿Cómo

va del espanto a tratar con el espanto? Eso

no tiene descendencia, ni siquiera

un pájaro gris.

Hablará, sin duda, de su dolor

como un paisaje oblicuo. Nadie

pasó ni pasa por allí. Un ancla

lo fija al horror

que levanta los brazos y calla

como una nube.