OTOÑO

Dado que la vena poética no es

una arteria donde circulan

vehículos de toda clase, me

pregunto

hasta qué punto

esta rima molesta la interrogación.

En realidad, quería hablar del otoño

que se fue. Los otoños no piensan

en la gravedad o levedad de sus días de oro.

No piensan y punto.

Entonces rimo y me pregunto

por qué debiera yo pensar en él,

otoño que pasó, llevándose

un dolor viejo y trayéndome

un dolor nuevo. Voy

a seguir este poema en una calle

que me lleve lejos de él.

Adiós, poema, adiós, otoño,

adiós, juan gelman, otro

que el necesario para mí.

Llueve sobre

paredes conocidas y quién sabe

adonde irá mi mano clausurada

que no escribió su dirección.