PRECIOS

Del espesor del canto cae

una luz repentina que

en el mercado no se encuentra.

Se distrajeron los señores del márketin.

No todo se paga al contado o a crédito.

Las previsiones de la locura, digo.

Ahora este poema se posa

en la tristeza de mi padre

que sacó las manos de su país.

Pasa de contrabando bajo el canto

ocupado en dar luz

como si no supiera.