Los pájaros de Tlalpan cantan y
caen bombas en Kosovo. Entre
un sonido y otro los sentimientos
pierden la nacionalidad. En el café
que pasó detrás mío, ¿quién soy?
¿Qué hago en lo que fui? ¿Cantaré
como un pájaro? Me acontece
la sustracción, el cada día,
el hombre al que robaron
la muerte propia, lo que oigo
tirado por el buey de los sueños.
¿Dónde hay un alma nueva
que no sepa doler?
La pregunta visible no es obra conseguida.
El cuarto hinchado de amor gira
con ojos lentos.