NOW

¿Y el niño que mendiga?

¿Y el que vendió su posibilidad de alma?

Es extraño:

restos de ideas humanas se amontonan

en las esquinas del barrio

caídas de la despasión. El alba

sale sucia en la ciudad, no

arregla las furias de la noche que

respiran con pulmones de fuego. ¿Nunca

escribieron la palabra bondad

en el libro del mundo?

Quisiera quedarme en mi conciencia

como hacen los perros, espantar

a la desdicha continua,

los sueños flacos, los pavores,

su idiota irrealidad,

y amar a la vida en un hotel de provincia,

todo lo que no es.