Un poco lejos de la niña
para no interrumpir su fiesta.
Su novedad bate las rocas
y el oleaje ahoga lo pasado
bajo pájaros blancos. Ella
visita sus transformaciones.
Viene mojada ella por las
equivocaciones del dolor y un
fulgor visible en su manera
de pisar el día. Tras sus labios
esperan nombres que
tomarán ley en su saliva.
El tiempo de su gracia
que es al sol.
[a Andreíta]