La niña que castigan levanta
un dedo en la mitad del arenal y hay
agua. Suspende
el dolor, planta vides, canta para
que empiece la cada única mañana.
¿Quién es ella para lo que no existió?
Pasa su exilio con
un pañuelo en la cabeza. Ella
se encamina a
los juegos y deseos
que no la abandonan. Sufre
una enfermedad que no tiene.
[a Andreíta]