HUMOS

Está quieta la tarde en el café. Pasa

la niña que pide y

se llama Mari. Su tristeza

pisa la ciudad y rostros

que dieron su vida por la vida y

la niña repite. El sueño

es un libro enrollado, echa humo

como si fuera un horno grande. Su mano dice

qué el mundo es cóncavo.