Enamorada de Triptolemo, Ceres lo templa un poco todos los días en el fuego para hacerlo inmortal como los dioses. Pero se interpone Caspea, amante de Triptolemo.
Luego dirá que al ver a su amado en las llamas, creyó que moriría y quiso salvarlo.
Ceres la perdona.
La verdad es que Caspea se opuso a que Triptolemo fuese inmortal mientras a ella la aguardan las Parcas.