Decadencia

La Esfinge (cuerpo de león, rostro y pechos de mujer) les planteaba a los caminantes un acertijo y, como no atinaban a descifrarlo, los devoraba. Fue Edipo quien la venció.

Apenas el monstruo le hizo la inextricable pregunta: «¿Quién es el único animal con tres patas?», él respondió: «Yo», y se alzó la clámide para demostrar que no mentía.

Muda de rabia, otros sostienen que de admiración, la Esfinge nunca más recobró la voz y pasó el resto de sus días como una de las tantas curiosidades y rarezas que el dueño de un circo ambulante exhibía a los pasmados espectadores.