El adulterio delatado

Vulcano supo que Venus le ponía los cuernos con Adonis porque, cada vez que él elogiaba la incomparable belleza del mancebo, ella, de golpe furiosa, chillaba:

«Francamente, no sé qué le ves de lindo a ese chiquilín estúpido y arrogante. Yo no lo soporto».