EL CUCHILLO
DE LA NGANSIMBAH
Quiero a mi madre, quiero a mi familia y amo a África.
Desde hace más de tres mil años muchas familias africanas creen firmemente que una chica que no haya sido sometida a la ablación es impura porque lo que tienen las mujeres entre las piernas es impuro y debe ser extirpado y cerrado después como prueba de virginidad y virtud. La noche de bodas, el marido coge una hoja de afeitar o una navaja y corta a su esposa antes de penetrarla por la fuerza. Si no se le hace la ablación a una mujer, no se casa y por tanto es expulsada de su poblado y tratada como una prostituta. Esta práctica continúa a pesar de que no figura en el Corán. Es sabido que a consecuencia de esta mutilación las mujeres enferman psicológicamente y físicamente para el resto de sus vidas. Estas mujeres son la espina dorsal de África. Yo sobreviví, pero dos de mis hermanas no.
¿Hasta qué punto se fortalecería nuestro continente si un ritual tan salvaje fuera abolido?
WARIS DIRIE, Discurso contra la ablación
pronunciado en las Naciones Unidas.