Este volumen contiene todos los relatos que he escrito en la década de los sesenta, que ha sido uno de los períodos más dramáticos de la historia entera de la ciencia y la tecnología. Esos años abarcan el láser, el código genético, los primeros experimentos con robots en Marte y Venus, el descubrimiento de los púlsares… y la llegada a la Luna. Muchos de estos acontecimientos, antes o después de haber sido llevados a cabo, están reflejados en estos cuentos; por esta razón, los he colocado en orden cronológico.
Éste es mi sexto volumen de relatos, y he estado tentado de ponerle el subtítulo de «Lo último de Clarke»… no por aludir a mi mortalidad (tengo toda la intención de ver qué sucede realmente en el año 2001), sino porque me parece que cada vez hago y escribo menos, y cada vez hablo más, viajo y filmo más y me dedico más a actividades subacuáticas. Extrapolando mi actual ritmo de producción, el volumen séptimo parece que se encuentra en un futuro tan lejano, que quizá sea mejor añadir mis esporádicos relatos a las sucesivas ediciones que vayan apareciendo de este libro.
«El viento del sol» llevaba el título de «Sunjammer»[*] cuando se publicó por primera vez en Boy’s Life. Por una de esas extrañas coincidencias, que ocurren frecuentemente en literatura (véase «Herbert George Morley Roberts Wells, Esq.»), Poul Anderson utilizó el mismo título, casi simultáneamente.
El concepto del cohete de lanzamiento del «Maelstrom II» apareció por primera vez, me parece, en mi artículo «Electromagnetic Launching as a Major Contribution to Space Flight» (Journal of the British Interplanetary Society; noviembre de 1950).
Las detalladas predicciones de los acontecimientos que tendrán lugar, tal como han sido descritos en «Tránsito de la Tierra», han sido realizadas por Jan Meeus (Journal of the British Astronomical Association, vol. 72, núm. 6, 1962). Estoy enormemente agradecido al artículo del señor Meeus, tanto por la información como por la inspiración.
La frase «las ruedas de Poseidón» (en «Un encuentro con Medusa») fue acuñada por mi amigo el desaparecido Willy Ley, y las citas pertinentes las he tomado de su libro On Earth and in the Sky. La causa de este extraordinario y sobrecogedor fenómeno no se conoce ni mucho menos en su totalidad.
Finalmente, añadiré que este volumen puede vanagloriarse, tal vez, del modesto mérito de contener «el más largo relato de ciencia-ficción que se ha escrito»; jamás se ha escrito otro tan largo, ni se escribirá.
Colombo, Ceilán.
Febrero 1971.
Arthur C. Clarke