Patricia acosada por un hombre respetable

Una tarde, volvía de natación a mi casa, con el pelo mojado y el jumper de la escuela. Una cuadra antes de llegar a casa, un hombre de traje elegante me paró y me dijo que era muy linda. Me dijo, también, que era fotógrafo, y me preguntó si yo quería sacarme unas fotos con él. No dije nada. Luego siguió: ¿cuántos años tenés, por qué tenés el pelo mojado? Muy amable, elegante y educado. Con traje y corbata. Yo, parada ahí, no sabía bien qué hacer ni qué decir hasta que me preguntó: ¿ya tenés la regla? No me pareció bien esa pregunta… yo no estaba acostumbrada a esa palabra. Además, todavía no la tenía. Me fui rápido, estaba impactada, muy asustada. Yo tenía 11 años, no sabía nada. Él se metió con mi cuerpo con tanta violencia; «un hombre grande… decirle esas cosas a una chica», pensaba yo. Mientras caminaba sentía asco y una sensación de suciedad. Caminaba ligero porque tenía miedo que me siguiera y me secuestrara. Me encontré con mi mamá en la esquina. Se asustó de ver cómo estaba: blanca como un papel y temblando. Le conté un poco, casi no podía hablar. Pasó mucho tiempo y, sin embargo, a veces recuerdo el desagrado, el miedo y la amenaza que sentí cuando me preguntó: «¿tenés la regla?». (Patricia, 28 años).