Marina yendo del diván a la cama

Hacía casi dos años que me atendía con ese psicoterapeuta. Me había sacado de situaciones graves. Y yo que me creía muy viva porque trataba de seducirlo… Lo que no me había imaginado es lo que me iba a pasar con ese tipo tan rígido. Se pasaba horas hablando de los problemas que tenía en la clínica. De repente me encontré pasando del diván a la cama, de la psicoterapia a un noviazgo. No entiendo cómo terminé mezclando a mis hijos que eran chiquitos en todo esto. Pasábamos los fines de semana juntos. Todo fue un horror para mí. Lo que podía haber quedado en una fantasía se transformó en una realidad espantosa. Me sentí estafada. Después me llevó años de otra terapia superarlo. Espero haberlo resuelto. (Marina, 45 años).