CAPÍTULO 14

ENTREVISTAS DE CONSULTA Y ORIENTACIÓN: UNA PROPUESTA DE TRABAJO

Desde el primer encuentro con una mujer que consulta por haber sido violentada se inicia un proceso que denominaremos entrevista de consulta y orientación. Estas aluden a un conjunto de acciones que se desarrollarán entre la mujer que consulta y el profesional que la recibe. El número y la frecuencia de estas entrevistas variará de acuerdo con lo que requiera quien demanda asesoramiento y/o asistencia. Se trata de entrevistas análogas a las de admisión que se realizan en algunas instituciones, aunque aquí se propone una modalidad de trabajo en la que el profesional intervenga activamente desde el primer encuentro. Se propone, entonces, un modelo posible y alternativo de encuentro que de la posibilidad de ampliar los modelos estereotipados de recolección de datos. El objetivo de estas entrevistas es actuar sobre la realidad de la consultante, ayudándola a lograr una integración de lo que ella piensa, siente y hace, es decir que cada intervención profesional articule los diversos aspectos que cada consultante requiere. Esto contribuirá a que la percepción de la violencia padecida se resignifique, ofreciendo diversas formas de enfrentar sus alcances.

Esta modalidad de trabajo propone evitar que se propicien nuevas violencias en el ámbito de la consulta: encuentros rápidos o despersonalizados que desatienden la demanda, planteo de diagnósticos apresurados, tiempos de espera en los pasillos hasta que se concrete la asistencia y/o el asesoramiento. Recibir a la mujer y trabajar sobre los puntos más urgentes le dará el marco de contención que necesita. Pero no se trata acá de «mejorar» en estas entrevistas a quien consulta, sino de ayudar a enfrentar los efectos de la violencia mediante intervenciones profesionales. Esta modalidad de trabajo se orienta hacia la comprensión de la situación actual de la mujer e intenta centrar la atención sobre los problemas y las posibles soluciones de las primeras dificultades.

Desde el primer encuentro se debe explicitar a la consultante que las entrevistas de consulta y orientación tienen un principio, un desarrollo y un cierre. Se accederá a este cuando se hayan ofrecido la mayor cantidad de elementos que ayuden a enfrentar y resolver los efectos más inmediatos de la violencia. A partir de allí, se evaluará lo trabajado entre quien entrevista y quien consulta, y se realizará la derivación a otros tipos de asistencia: asesoría legal, consulta médica, asistencia psicoterapéutica. Sin embargo, suele ocurrir que estas derivaciones no sean inmediatamente necesarias cumpliendo las entrevistas, por sí mismas, con la función de contención y asesoramiento que la demanda solicita. En cualquiera de estos casos se dejará abierta la posibilidad de nuevos encuentros, con miras a seguir elaborando la problemática.

A través de esta modalidad de trabajo se logra, en la mayoría de los casos, que la persona que fue violentada obtenga alivio y una mayor comprensión sobre lo que le ocurre. Esto permitirá que las posibilidades de recuperación sean mayores. La dinámica de estas entrevistas y el marco operacional que les es propio contribuirán a la reflexión sobre las prácticas en violencia.