Bueno, ya tenemos unas policías creadas, ahora solo falta dotarlas de competencias. No queda más remedio que quitárselas a Policía Nacional y Guardia Civil. Estas además les dan formación para acometer sus nuevas misiones: desactivación de explosivos, policía científica, etc. Pero como ocurre con todo en la vida, con el tiempo esto sabe a poco y cada vez se piden más competencias. Nos contaban recientemente que los mossos no han parado de pedir las de documentación, expedición del DNI y extranjería, además de las relaciones internacionales para el territorio catalán. Es decir, prácticamente quieren tener el reconocimiento de país a nivel policial fuera de nuestras fronteras. Lo que nos llamó la atención fue que tras la negativa de los directivos policiales a sus peticiones la respuesta fue: «Ya nos las daréis». Así pues, solo falta saber en qué votación de los Presupuestos Generales del Estado de esta estrenada legislatura se conseguirán esas competencias.
¿Qué consecuencias tiene esto? Pues que si la delincuencia es cada vez más transnacional, nuestra lucha contra ella es cada vez más provinciana, es decir, al revés. Ya sabe que los ámbitos de actuación de estos cuerpos de seguridad están limitados a la autonomía o al municipio, si bien algunos han hecho alianzas con otros ayuntamientos. Es decir, si la Ertzaintza, por ejemplo, quiere llevar a cabo una intervención fuera del País Vasco, debe hacerlo conjuntamente con la Policía Nacional o la Guardia Civil. Por eso, no queremos ni contarle la que casi se monta a principios del año 2009, cuando se desplazaron veinticinco ertzainas y detuvieron a un etarra en Jaca (Huesca), sin que lo supiera la Guardia Civil ni la Policía Nacional. «De milagro no hubo tiros entre la policía autonómica y la del Estado, que desconocía de dónde venía toda esa gente», confiesa un miembro de un sindicato policial. La operación estaba autorizada por un juez de la Audiencia Nacional. Nuestro interlocutor continúa: «Aun así, está fuera de la ley. De todas formas, los jueces nunca piensan en la operatividad policial. Lo que quieren es que se coja a los malos. Les da igual quién. El problema es cuando crean situaciones como la de Jaca o mandan investigaciones paralelas, con todo el gasto que eso supone. Recordamos la de José Luis López de Lacalle, asesinado por ETA. El juez mandó la intervención de los mismos números de teléfono por Policía, Guardia Civil y Ertzaintza. ¡Al mismo tiempo!».
Esto suena a otras historias, como la que vivimos recientemente, relacionada con el narcotráfico internacional. Le explicamos: cada vez es más habitual que los traficantes pasen la droga por el método del gancho ciego. Es decir, la meten en un contenedor de una empresa que no tiene nada que ver con ellos. Cuando ese contenedor llega a España lo roban, pero solo con el propósito de hacerse con la droga. El propietario del contenedor no sabe nada, cree que ha sido un robo común. Así, los mafiosos evitan que les pillen transportando el estupefaciente e implican a un inocente. Pues bien, así nos explica un investigador el siguiente caso: «Nosotros seguíamos uno de estos envíos que iba en un camión. Resulta que cuando está en Cataluña los malos lo asaltan para sacar la droga, el camionero avisa a los mossos, que pasan el caso al juzgado y para ellos ahí se acaba el tema. Por deferencia, nos ponemos en contacto con los mossos para comentarles que ese envío forma parte de una operación aún mayor que estamos investigando. Resultado, la jueza que abrió diligencias del robo manda de forma precipitada a los mossos fuera de su comunidad a abrir los contenedores que vigilábamos, cuando el trabajo de investigación era totalmente nuestro».
El crimen organizado, el que más repercusión mediática tiene, es otra de las competencias que a modo de hechos consumados están intentando asumir algunas policías autonómicas. Como la Ertzaintza, con su Plan de Reorganización y Modernización de 2010 contra delitos informáticos, grupos organizados, moneda, etc. Viendo esto, ¿cómo se puede luchar contra este tipo de delincuencia si por definición es trasnacional? Hacemos una pregunta muy simple: en las opciones siguientes… ¿dónde cree que hay menos policías implicados?:
Correcto, en la a). En ella interviene la Policía Nacional desde donde sale la droga hasta donde llega. En el segundo caso, para detener en nuestro país al autor de un asesinato en Barcelona que se escondió en el País Vasco hicieron falta tres: Mossos, Ertzaintza y Guardia Civil.