¿Esto es mío o es tuyo?

4 de marzo de 2011. Viernes noche. La amenaza llega del cielo. Una tormenta teñida de blanco cubre en pocos minutos el asfalto de la autovía A-6, la que une Madrid con Galicia. La nieve atrapa a miles de vehículos entre los túneles de Guadarrama y Las Rozas, un embudo que obliga a los conductores a estar inmóviles bajo el frío manto durante más de cinco horas. Los automovilistas estancados echan mano de sus teléfonos móviles para contar a través de las redes sociales en directo lo que les está pasando:

Hay al menos diez kilómetros de gente parada en medio de la autovía. @Estefimtd

Llevamos casi cinco horas para hacer menos de cincuenta kilómetros y nos obligan a dar la vuelta por la A-6 dirección Madrid en pésimo estado. @gijon2013

¿Quiere saber qué pasó? Pues que Amparo Valcarce, delegada del Gobierno en Madrid, y Francisco Granados, consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, estaban discutiendo precisamente sobre quién asume qué. El famoso juego de las competencias entre el gobierno central y las comunidades autónomas. En palabras literales de cada uno:

Francisco Granados: «Lo que falló fueron dos cosas: las previsiones, que nuevamente volvieron a equivocarse, y la coordinación de los medios del Estado, que son responsabilidad de la delegada del Gobierno, que estuvo desaparecida durante toda la noche. En cuanto nos enteramos activamos el nivel 1 de emergencias y movilizamos a Protección Civil, servicios del SUMMA (médicos) y bomberos».

Amparo Valcarce: «Es rotundamente falso que estuviera desaparecida durante el colapso de la A-6 y son intolerables las acusaciones del consejero. Estuve en todo momento al frente del operativo coordinado por la Dirección General de Protección Civil y la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Él (Granados) no me llamó, por lo que entendí que no necesitaba más información de la que le estábamos dando».

Entre unos y otros, allí estaban todos: Guardia Civil, el SUMMA, Protección Civil… Pero no servía para nada, porque nadie sabía quién era el que tenía que coger las riendas de la situación. La cuestión es que las carreteras pertenecen a Fomento y a la Dirección General de Tráfico, pero como tamaño fenómeno meteorológico se dio en terreno madrileño, la comunidad también quería jugar su papel.

Por cierto, si le vuelve a ocurrir algo así, y se ve inmerso en una situación tan estrambótica, sepa que puede reclamar según la Asociación de Conductores Europeos. Está en su derecho como ciudadano y usuario. Eso sí, tiene que remitir su queja a Fomento. Sí, de esto estamos seguros, pero si no… infórmese en cualquier organismo de consumo, que seguro que le resuelven la duda.