Capítulo 5

DENISE está en la cocina preparando café. Lleva una falda y un sujetador de media luna, que hace que sus pechos parezcan más grandes. Dirk hace su entrada arrastrando los pies, con el pelo alborotado. Denise le tiende una taza de café sin leche ni azúcar, exactamente como a él le gusta.

—¿Qué planes tienes para hoy? —le pregunta Denise.

—Tengo que ir a la estación, para recoger a Agnes y Eddie.

Agnes, la mujer de Dirk, va todos los fines de semana a La Haya para visitar a su padre. Éste tiene cáncer de colon, y aunque los médicos lo desahuciaron meses atrás se aferra con obstinación a la vida. Agnes y Dirk llevan tres años casados, pero no han tenido hijos. Eddie, de diez años, es fruto del anterior matrimonio de Agnes.

—Entonces nos vemos la semana que viene —añade Denise de forma casual, incapaz de apartar de su mente las palabras de Anita sobre su relación con Dirk.

—Te llamo si puedo poner la excusa del viaje. ¿Quieres que te acerque a algún sitio?

—No te preocupes; cogeré un taxi.

—Tengo tiempo de sobra.

—No, no hace falta.

Mientras Dirk engulle varias tostadas de pan, Denise lo mira sin probar bocado.

—Este mes voy algo justa. No me vendría mal algo de dinero…

—¿Cuánto?

—Trescientos euros.

—¿Ya te has gastado lo que te di la última vez?

Dirk asume que Denise tiene un precio, aunque a veces se permita regatearlo. Va a la habitación y regresa con su cartera. Saca varios billetes y los cuenta, alargando una situación que sabe que es incómoda para Denise. Después hace un rollo con los billetes, y sin mediar palabra se lo deja bajo el elástico del sujetador, junto a la axila.

—Tengo que irme —dice Denise, azorada—. Llego tarde.

—¿Adónde?

—Al gimnasio… Tengo clase a las doce.

Denise entra en la habitación para acabar de vestirse. Regresa momentos después a la cocina; le da un beso a Dirk en la mejilla.

—Entonces, hasta que me llames —se despide.

Dirk la retiene junto a él; le besa los labios con fuerza, como si quisiera demostrarle sus derechos de comprador sobre su cuerpo.

Denise se aparta con suavidad. Abre la puerta del apartamento y baja corriendo las escaleras.