Esta historia es pura ficción. Cualquier parecido entre los personajes de la novela y la realidad es mera coincidencia. De vez en cuando me he tomado la licencia artística de cambiar hechos reales para beneficio de la narración. Es el caso, entre otros, de la forma en que Sveriges Television (SVT, televisión estatal sueca) cubre las noticias de Gotland. En el libro, el telediario se dirige desde Estocolmo. Mis respetos para el programa de Noticias regionales Östnyyt de SVT, que cuenta con equipos permanentes estacionados en Visby.
Los parajes que aparecen en el libro se describen como son en realidad, con algunas excepciones.
Me hago responsable de cualquier error que se haya podido incluir en la novela.
Antes de nada, quiero dar las gracias a mi marido, el periodista Cenneth Niklasson, mi gran apoyo.
Muchas gracias también a:
Magnus Frank, comisario de la Policía de Visby
Martin Csatlos, del Instituto Anatómico Forense de Solna
Ulf Åsgård, psiquiatra
Lena Sollerman, pastor y terapeuta
Lena Allerstam, periodista de SVT
Paola Ciliberto, responsable de Film på Gotland
Balkan Kala, guía de viajes de Fritidsresor
Mani Maserrat-Agah, director y propietario del Café Cinema.
También agradezco a todas las personas que me ayudaron con el libro en la editorial Albert Bonniers Förlag; en particular a mi editor, Jonas Axellsson, y a mi redactora, Ulrika Åkerlund. Sois inestimables.
Asimismo, mil gracias a Gilda Romero y a Joakim Hansson, de Nordin Agency, a Emma Tibblin, Poa Stömberg y Jenny StjärnstrÖmer de Stilton Literary Agency.
Y por supuesto, a mis hijos Rebecka y Sebastian; mis grandes tesoros en la vida.
Mari Jungstedt