Novela en doce capítulos.
Dedicada a la señorita Austen.
Dedicatoria:
Señora:
Es usted un fénix. Su gusto es refinado, sus sentimientos nobles, y sus virtudes innumerables. Su físico es hermoso, su figura elegante, y sus formas majestuosas. Sus modales son pulidos, su conversación racional y su apariencia singular. Si por esta razón el siguiente relato le proporciona un momento de diversión, satisfará todos los deseos de su más obediente y humilde servidora.
La autora.
Capítulo 1
Cassandra era la hija y la única hija de una celebrada costurera de Bond Street. Su padre era de noble cuna, pues estaba emparentado de cerca con el mayordomo de la duquesa de…
Capítulo 2
Cuando Cassandra cumplió los 16 años, y era hermosa y simpática y dispuesta a correr el riesgo de enamorarse de un gorro elegante, su madre justo acababa de terminar uno a medida por encargo de la condesa de… Se lo puso en su gentil cabeza y salió de la tienda de su madre a hacer fortuna.
Capítulo 3
La primera persona con que se encontró fue el vizconde de…, un joven no menos celebrado por sus logros y virtudes que por su elegancia y hermosura. Le hizo una reverencia y siguió su camino.
Capítulo 4
Seguidamente se dirigió a una pastelería donde devoró seis helados, se negó a pagarlos, atizó al pastelero y huyó.
Capítulo 5
A continuación se subió a un coche de alquiler y ordenó que la llevaran a Hamsptead, donde no bien hubo llegado ordenó al cochero que diera la vuelta y regresase.
Capítulo 6
De regreso al mismo sitio de la misma calle de donde había partido, el cochero solicitó su paga.
Capítulo 7
Buscó en sus bolsillos una y otra vez; pero por más que buscó todo fue en vano. Ni una moneda pudo encontrar. El hombre se puso exigente. Ella se puso el gorro en la cabeza y empezó a correr.
Capítulo 8
Por muchas calles siguió su camino y en ninguna encontró la menor aventura hasta que, al doblar una esquina de Bloomsbury Square, se tropezó con Maria.
Capítulo 9
Cassandra se sobresaltó y Maria pareció sorprendida; las dos temblaron, se sonrojaron, palidecieron y pasaron de largo sin dirigirse una palabra.
Capítulo 10
Cassandra fue abordada a continuación por su amiga la viuda, la cual, asomando su pequeña cabeza por la estrecha ventana inferior, le preguntó qué tal le iba. Cassandra le hizo una reverencia y siguió su camino.
Capítulo 11
Un cuarto de milla después se encontraba en el hogar paterno de Bond Street, del que llevaba ahora ausente casi siete horas.
Capítulo 12
Al entrar fue estrechada contra el seno de su madre por aquella valiosa mujer. Cassandra sonrió y se dijo en un suspiro: «He aquí un día bien aprovechado».
finis