Todos los personajes y prototipos que aparecen en esta novela, así como sus nombres, apellidos, situación social y relaciones sentimentales, profesionales, de amistad o parentesco son fruto de la imaginación del autor. Esta afirmación también es válida para todas las firmas o entidades comerciales que se citan en el marco específico de la ficción y que entran en relación directa con las actividades de los referidos personajes. El autor no se responsabiliza de cualquier parecido con personajes, nombres, entidades o situaciones existentes en la vida real ni en nada que concierna a la vida privada de personas existentes o fallecidas. Esto sería una coincidencia en modo alguno deseada y, en última instancia, perjudicial para el resultado del libro, que se pretende como obra de creación autónoma, escrita con la sana intención del animus jocandi y sin el menor interés en provocar identificaciones incómodas o gravosas para nadie.