Agradecimientos especiales a:
Niklas Rosman, mi marido, por escuchar todas mis ideas.
Anette Ericsson, fotógrafa.
Nina Leino, que diseñó la magnífica portada.
Mirja Turestedt, por tu vívida lectura en la versión sonora del libro.
Cina Jennehov, editora y jefa de publicaciones de Damm förlag.
Yvonne Hjelm, redactora de Damm förlag. Muchas gracias por tu paciencia y dedicación cuando te venía con ideas nuevas y cambios. Y a última hora, lo que nos llevó a tener que trabajar los fines de semana, tarde y noche…
Lotta Severin, jefa de comunicación y publicidad de Forma Books.
Conny Swedenås, vendedor de Forma Books.
Malin Tiselius, jefa de ventas de Damm förlag.
Johnny Gustafsson, jefe de marketing de Forma Books.
sa Enmark, maquetista de Forma Books.
Lars André, jefe de taller de Forma Books.
Anna Lovind, coach de escritores.
Joakim Hansson, agente literario de Nordin Agency AB.
Lina Sjöbladh Salazar, agente literario de Nordin Agency AB.
Helena Edenholm, bibliotecaria de la Biblioteca de Marstrand.
Magnus Johansson, trompetista residente en Marstrand que aparece en la escena final del libro.
Marstrands Hembygdsförening, que me permitió utilizar el mapa de la comarca, e Inger Röijer, que escribió todos los nombres en el mapa.
Todos los habitantes de Marstrand, que me cuentan historias emocionantes y anécdotas divertidas.
Las siguientes personas entretuvieron a mis hijos, Erik y Johan, para que yo pudiera escribir:
Ulla & Rolf Bernhage, mis padres.
Marinette Thorsell, mi tía.
Lars Thorsell, exmarido de mi tía.
Mikael & Patrik Thorsell, mis primos.
Lillan & Claes Rosman, mis suegros.
Johanna & Robert Blohm, mis maravillosos vecinos que, a pesar de tener tres hijos, siempre se toman el tiempo necesario para hacer más fáciles nuestras vidas.
Gracias por vuestros comentarios a:
Ulla & Rolf Bernhage, Annette Enarson, Johanna Blohm, Mikael Thorsell, Sandra Abrahamson, Stig Christoffersson y Stefan Einhorn.
Por último, muchas gracias a los lectores que se han comunicado conmigo tras leer La mujer del faro. Gracias por vuestras cartas y correos electrónicos, que me llegaron a través de la editorial, de mi página web y de mi cuenta en Facebook. Escribir una novela requiere mucho tiempo, y significa muchísimo para mí una acogida tan bonita. Además, todo ello supuso renovadas energías cuando abordé la escritura de El cofre del alma.