Desde la ventana de su oficina, Craig observó con expresión preocupada cómo Jean Sheridan corría hacia su coche. Hablaba en serio, pensó. No se trata de una mujer obsesionada por encontrar a su hija que se ha inventado una historia. ¿Debo advertir a Charles y Gano? Si le pasara algo a Meredith, los destrozaría.
No les revelaría la identidad de Jean Sheridan, pero al menos podía informar a Charles del peligro que amenazaba a su hija adoptiva. Él decidiría lo que le decía a Meredith, o cómo protegerla. Si la historia sobre el cepillo era cierta, quizá Meredith recordara dónde estaba cuando lo perdió. Y eso podría llevarles a la persona que enviaba los faxes.
Jean Sheridan ha dicho que si algo le sucediera a su hija, algo que yo hubiera podido evitar, no respondía de lo que me haría, recordó. Charles y Gano se sentirían exactamente igual.
Una vez tomada la decisión, Craig Michaelson fue hasta su mesa y descolgó el auricular del teléfono. No necesitaba consultar el número. Curiosa coincidencia, pensó mientras marcaba. Jean Sheridan no vive lejos de ellos. Ella está en Alexandria. Ellos en Chevy Chase.
Contestaron al primer tono.
—Despacho del general Buckley —dijo una voz animada.
—Soy Craig Michaelson, un amigo del general Buckley. Necesito hablar con él de un asunto muy importante. ¿Está ahí?
—Lo siento, señor. El general está de viaje por un asunto oficial. ¿Puede ayudarle alguna otra persona?
—No, me temo que no. ¿Se pondrá en contacto con él?
—Sí, señor. La oficina está en contacto con él regularmente.
—Entonces dígale que es de máxima urgencia que me llame en cuanto pueda. —Craig deletreó su nombre y dio el número de su móvil y el de la oficina. Vaciló, pero al final decidió no decir que se trataba de Meredith. Charles respondería a un mensaje urgente en cuanto lo recibiera… estaba seguro.
De todos modos, pensó Craig Michaelson mientras colgaba el auricular, en West Point Meredith estará más segura que en ningún otro sitio.
Y entonces lo asaltó un pensamiento inquietante, estar en West Point no había servido para evitar la muerte del verdadero padre de Meredith, el cadete Carroll Reed Thornton hijo.