Escribir este libro ha exigido una importante investigación. Estoy enormemente agradecida a aquellos que me han prestado una ayuda tan valiosa.
B. W. Webster, doctor en medicina, director asociado del Centro de Recursos Reproductivos de Greater Kansas City; Robert Shaler, director de biología forense, Oficina de Investigación Forense de la Ciudad de Nueva York; Finnian I. Lennon, Mruk & Partners, consultores de empresas y selección de personal; Leigh Ann Winick, productora de Fox/5 TV News; Gina y Bob Scrobogna, agentes inmobiliarios de Scottsdale (Arizona); Jay S. Watnick, doctor en derecho, presidente de Namco Financial Associates, Inc.; George Taylor, director de la unidad de investigación especial de la Compañía Nacional de Seguros Reliance; James F. Finn, socio retirado de Howard, Needles, Tammen & Bergendoff, ingenieros consultores; sargento retirado Ken Lowan de la policía de Stamford (Connecticut).
Infinitas gracias a mi viejo editor Michael V. Korda y a su socio Chuck Adams por su vital y fantástico asesoramiento. Sine qua non.
Mi agente, Eugene H. Winick, y mi publicista, Lisl Cade, estuvieron presentes en cada paso del camino.
Un agradecimiento especial para Judith Glassman, por ser un par de ojos extra, y a mi hija Carol Higgins Clark por sus ideas y por ayudarme a poner en orden las piezas finales de este rompecabezas.
Y a mi querida familia y amigos, ahora que ya he terminado, me alegra deciros que ¡volveremos a vernos!