Capítulo 23

Nueva York, 31 de enero de 1916

La Orden Negra era una de los grupos secretos que pertenecían a la Orden de Orange. La sección americana se había fundado hacía más de cincuenta años y desde entonces se habían unido en la misma misión que sus hermanos británicos, luchar contra los intentos católicos de influir en la política del Reino Unido y los Estados Unidos. En los últimos años no habían tenido mucha actividad. Las leyes en el país hacía décadas que reconocían a los católicos como ciudadanos de pleno derecho y la orden se había convertido en una confraternidad de viejos camaradas que se reunían para fumar, tomar cerveza y hablar de política. La Orden Negra tenía una misión muy diferente. Constituía un lobby dentro del Congreso y en el mundo financiero. Su poder era tan grande que los últimos cinco presidentes debían mucho a la orden por el dinero y el apoyo recibidos en las elecciones.

—Caballeros, nos reunimos esta noche con la preocupación de que de nuevo nuestros enemigos están buscando el instrumento que les ayudará a renacer de sus cenizas. Cada vez que los hemos perseguido, ellos han vuelto a resurgir, pero esperamos que esta vez sea la definitiva —dijo el gran maestre.

—Pero ¿cómo es posible? Los habíamos erradicado de Norteamérica —dijo uno de los caballeros.

—Han enviado nuevos adeptos desde Escocia y algunos norteamericanos se han vuelto a unir a ellos. Estamos seguros de que algo traman, pero nos hemos preparado para combatirlos —dijo el gran maestre.

—¿Qué podemos hacer? —preguntó otro de los caballeros.

—Enviaremos a varios de nuestros hombres para que los sigan, cuando sepamos dónde esconden el instrumento que llevan buscando hace siglos nos haremos con él y lo destruiremos —dijo el gran maestre de la Orden Negra.

El grupo de doce hombres asintió con la cabeza. La mayoría pertenecía a familias holandesas, escocesas e irlandesas que llevaban más de cien años en los Estados Unidos. Se consideraban los protectores de la democracia y la libertad. Ninguno de ellos dudaría en matar para preservar sus creencias y tradiciones.