[1] Matías de Novoa, Historia de Felipe IV, Rey de España («Col. de doc. inéd.», t. IX). <<
[2] Las estudié, juntamente con la figura física y moral de aquel rey, en mi libro El declinar de la Monarquía española. <<
[3] Journal d’un voyage d’Espagne, 1659, cap. «De la Court et de la Maison du Roy d’Espagne». Este diario fue escrito por el caballero François de Bertaut, que vino a España en el séquito del mariscal Grammont, cuando éste, como embajador de Luis XIV, pidió la mano de la infanta María Teresa. Falsamente se le supuso hasta nuestros días obra del propio mariscal. Se publicó en París en 1669, y no fue reimpreso ni traducido hasta 1919; en que lo reprodujo la Revue Hispanique, con prólogo de F. Cassan. <<
[4] Voyage d’Espagne, cap. VI, Colonia, 1666. Esta obra, escrita por el francés Antonio de Brunel, y publicada en París en 1665-1666, se refiere al viaje que el autor hizo a España en 1655, y se ha atribuido erróneamente hasta hace poco al señor holandés Van Aarsen de Sommerdyck, que hizo con él dicho viaje. En el siglo XVII se publicó en lenguas distintas. Modernamente ha hecho de ella una nueva y crítica edición Mr. Charles Caverie, inserta en la Revue Hispanique (t. XXX, 1914, pp. 119-375). Los relatos de Brunel y Bertaut son las obras de viaje más extensas y autorizadas referentes a la España de Felipe IV. <<
[5] Voyage d’Espagne, cap. VII. <<
[6] Correspondencia de Hopton con Collington, citada por Martín Hume, Court of Philip IV, cap. VII. Los documentos referentes a 1630-1635, manejados por Martín Hume en su obra The year after the Armada, and other Historical Studies, demuestra que Olivares consideraba tan natural arreglar los asuntos íntimos del rey como los del Estado. <<
[7] Voyage d’Espagne, cap. VII. Esta imputación alude probablemente al rumor de que Felipe IV tuvo amores sacrílegos con una religiosa del convento de San Plácido, en Madrid, infestado por aquella secta, para cuya extinción intervino el Santo Oficio. <<
[8] La carta del prelado, fechada en Granada a 28 de agosto de 1621, y la respuesta del favorito en 11 de septiembre siguiente, están publicadas en el Semanario erudito, de Valladares, t. 111, pp. 63-69. Modernamente se ha puesto en duda la autenticidad de tal correspondencia. <<
[9] Reproduce la décima Cotarelo en la página 201 de El hijo del Conde-Duque, sustituyendo por la voz mancebía otra menos decorosa que en el original aparece; y tengo por buena la sustitución. <<
[10] Cousin y Mme. de Monteville, entre ellos. <<
[11] Martín Hume, Court of Philip IV, cap. V. <<
[12] Journal d’un voyage… , cap. «De la cour et de la maison du roy d’Espagne». <<
[13] Silvela, Cartas de la venerable madre Sor María de Agreda, t. I, p. 172. El amorío con la duquesa de Veragua fue, según parece, por los años 1653-56, y de él hace referencia el embajador véneto Quirini. <<
[14] Voyage d’Espagne, cap. VII. <<
[15] Relación que hizo de su viaje por España la señora condesa d’Aulnoy en 1679. Primera versión castellana del libro Relation du voyage d’Espagne, pp. 65-66, 1891. A esta versión referiré mis citas siguientes.
La autenticidad del viaje de Mme. d’Aulnoy a nuestro país ha sido y sigue siendo muy discutida. Morel Fatio pretendió explicar la venida de la ilustre escritora, por acompañar a su madre en una turbia misión diplomática («La Marquise de Gudanes, agent politique en Espagne a la fin du XVIIe siècle», en la Revue Historique, París, 1891). Foulché Delbosc, en la Revue Hispanique (número de junio de 1926), reproduce y anota el relato de madame d’Aulnoy, suponiéndole simple compilación de informaciones ajenas. Jeanne Mazon cree que la condesa vino realmente a España, pero no publicó su Relation sino diez años después de su viaje, y ayudando su memoria con narraciones de otros viajeros (Revue de Littérature Comparée, octubre y diciembre de 1927). Lucien Fevbre (Revue de Synthèse Historique, 1928) opina igual: que el viaje existió, aunque en sus circunstancias y en la narración de él haya algo de imaginario. Auténtica o no, compuesta o no de visu, hay en la Relación, aparte seguras exageraciones y probables fantasías, muchos datos de valor positivo, que alguien recogió directamente en España, y de los que no puede prescindir un historiador de las costumbres españolas del siglo XVII. <<
[16] Ob. cit., cap. XX. <<
[17] Ob. cit., p. 250. <<
[18] Obra y capítulo citados. <<
[19] La pistola era una moneda francesa equivalente a 10 francos, y, aunque también se llamó así otra pieza española de más valor, la alusión parece referirse a la primera. <<
[20] La cuentan Bertaut y Brunel, de donde pudo tomarlos la condesa. El relato de Brunel en ese punto está reproducido modernamente por García Mercadal en su obra España vista por los extranjeros (t. III, p. 120, nota), aunque teniendo el buen gusto de dejarle en francés, por ser hoy intraducible. Prefiero a eso, para que estas aportaciones anecdóticas sean accesibles a todos, sin perder el sabor de la época en que se narraron, reproducir el atenuado relato de Mme. d’Aulnoy. <<
[21] El escudo, llamado ordinariamente así, era el de plata, o real de a ocho, que valía ocho reales. Si era escudo de vellón, valía 10 (Diccionario de autoridades). <<
[22] Mme. d’Aulnoy, Relación cit., p. 250. Sobre la tacañería del rey en sus pasatiempos galantes, dan testimonio también los embajadores venecianos y varios papeles de la época. <<
[23] Vid. López Barrera, «Literatura francesa hispanófoba en los siglos XVI y XVII» (Bol. de la Bibl. de Menéndez y Pelayo, 1925). <<
[24] Así lo asegura Vittorio Siro en su Mercurio ó Vera storia di correnti tempi, cit. por Castro Rossi (Costumbres de los españoles…, p. 43), <<
[25] Court of Philip IV, cap. V. <<
[26] Así se lee en La vida di D. Giovanni d’Austria, obra atribuida a Gregorio Leti e impresa en Colonia el año 1684. <<
[27] El relato literal, que, por lo escabroso, prefiero dejar en el mismo francés en que fue escrito, dice así: «On dit mesme que n’en pouvant venir a bout, quoyque fort vigoreux comme il estoit en se temps-la, il estoit desesperé; de façon qu’il consulta son Chirurgien, qui la visita & trouva un obstacle ou il falut faire une operation qu’elle soufrit, & après cela le Roy eut contentement» (Journal d’un voyage d’Espagne [1659], cap. «De la cour du Roy d’Espagne») <<
[28] Bertaut, en su Journal, alude también a tal «propiedad oculta». <<
[29] Relación que hizo de su viaje por España, edición española, p. 25. <<
[30] D’Aulnoy, ob. cit., p. 27. <<
[31] Con este título compuso Angel Rodríguez Chaves un romance histórico, inserto en su obra Recuerdos del Madrid viejo. <<
[32] Así resulta de una carta del obispo de Sigüenza que D. Casiano Pellicer vio en la Biblioteca Real, y cita en su Tratado histórico sobre el origen y progresos de la comedia y del bistrionismo en España, t. II, p. 92. <<
[33] Historia de la decadencia en España desde el advenimiento de Felipe III al trono hasta la muerte de Carlos II, edic. de 1910, p. 236. <<
[34] Historia de la decadencia de España desde el advenimiento de Felipe III al trono hasta la muerte de Carlos II, edic. de 1910, p. 236. <<
[35] Diversos estudios y comentarios ha motivado tal correspondencia; pero la obra fundamental sobre el asunto es la de D. Francisco Silvela, que reproduce tales epístolas, añadiéndoles un excelente estudio preliminar, en su obra Cartas de la venerable Madre Sor María de Agreda y del Señor Rey Don Felipe IV, precedidas de un bosquejo histórico.
Posteriormente, el Sr. Sánchez de Toca, en su libro Felipe IV y Sor María de Agreda, ha desmenuzado aquella correspondencia, extrayendo de los consejos de la monja toda una doctrina política. Por último, doña Mercedes Gaibrois de Ballesteros traza la silueta de aquella religiosa en su opúsculo Una monja y un rey… («Voluntad», 1.o de mayo de 1920). <<
[36] Carta primera del rey a sor María, fechada en Zaragoza a 4 de octubre de 1643. <<
[37] Carta del 7 de agosto de 1646. <<
[38] Ob. cit., p. 83. <<
[39] Felipe IV y Sor María de Agreda, pp. 157 y ss. <<
[40] Palabras textuales de sor María a D. Francisco de Borja, en carta de 14 de enero de 1656. V. Silvela, ob. cit., t. II, p. 741. <<
[41] Ob. cit., t. I, p. 124. <<
[42] Doña Mercedes Gaibrois de Ballesteros ha evocado, histórica y artísticamente, la silueta de esta infanta en su conferencia Las jornadas de María de Hungría, leída en el «Centro de intercambio intelectual germano-español», y prepara sobre la misma figura un extenso trabajo. <<
[43] Vid. Gaibrois de Ballesteros, ob. cit., p. 4. <<
[44] Vid. Gaibrois de Ballesteros, ob. cit., p. 4. <<
[45] Dos historiadores modernos españoles han estudiado, en especiales monografías, este abortado enlace entre las casas reales de España e Inglaterra: el señor Pérez de Guzmán («Las últimas negociaciones de matrimonios regios entre Inglaterra y España», artículo inserto en La España Moderna, 1906) y el marqués de Villa Urrutia (Discurso de recepción en la Academia de la Historia, 1913). <<
[46] Gaibrois, ob. cit., p. 11. <<
[47] En el citado trabajo de la señora Gaibrois de Ballesteros se puntualizan todos sus incidentes. <<
[48] Se atribuye por unos al conde-duque de Olivares; por otros, al príncipe de Stigliano, y por los más, a don Garcerán de Albanel, arzobispo de Granada y antiguo preceptor de Felipe IV. Está inserta en el Semanario erudito, de Valladares, t. XI, pp. 162 y ss. <<
[49] Memorias, de Matías de Novoa, t. I, p. 133. <<
[50] Alude a este nombramiento Felipe IV, en sus Instrucciones dadas a la princesa Margarita para el Gobierno de 1634 (vid. Cánovas, Estudios del reinado de Felipe IV, t. I, p. 327). <<
[51] Martín Hume, Court of Philip IV, cap. VI. <<
[52] Hume, loc. cit. <<
[53] Reinas de la España antigua, por Martín Hume; trad. española, p. 306. <<
[54] Flórez, Memorias de las Reynas Catholicas, 2.a ed., t. II, página 941. <<
[55] Idem, íd., p. 942. <<
[56] Idem, íd., pp. 948-949. <<
[57] La recoge Martín Hume en Las reinas de la España antigua, edición española, p. 317, nota. <<
[58] Silvela, Bosquejo histórico, preliminar a las Cartas de la venerable madre Sor María de Agreda y del Señor D. Felipe IV, t. I, pp. 60-64. <<
[59] Carta de 15 de noviembre. <<
[60] Los detalles de la enfermedad y muerte de la reina los conocemos por la narración coetánea de Pellicer, Avisos de 11 de octubre de 1644 (Valladares, Semanario erudito, t. XXXIII, pp. 239 y ss.). <<
[61] Ob. cit., p. 240. <<
[62] Pellicer Avisos de 18 de octubre. <<
[63] Martín Hume, en su obra Reinas de la España antigua (páginas 323-324) afirma que el cadáver de la reina fue llevado la noche de su muerte a las Descalzas, y restituido al siguiente día a Palacio. Nada dice de ello la minuciosa relación de Pellicer, que probablemente Hume leyó mal y trastocó, confundiendo el envío de la mortaja con el traslado del cuerpo. <<
[64] Flórez, Memorias de las Reynas Catholicas, 2.a edic., t. II p. 948. <<
[65] Avisos de 18 de octubre de 1644 (obra y tomo citados, páginas 243-244). <<
[66] Memorias de las Reynas Catholicas, t. II, 2.a edic., p. 940. <<
[67] Benicio Navarro (Felipe), «Bautizos reales de la dinastía austríaca en España» (Revista de España, 1880, t. 75, p. 387). Sobre el bautizo del príncipe Baltasar Carlos. <<
[68] Las publicó la revista madrileña El Bibliotecario y el Trovador español, 1841, cuaderno II, p. 38. <<
[69] Detalla este punto D. José Amador de los Ríos, en su Historia de la Villa y Corte de Madrid, t. III, p. 373. <<
[70] Martín Hume cree que las negociaciones fueron un ardid de nuestra política, para desviar a Inglaterra de aliarse con Holanda, pero sin propósito de hacer tal boda (Court of Philip IV, cap. IX). <<
[71] Carta fechada en Zaragoza el 20 de julio de 1646. <<
[72] Sobre la enfermedad y muerte del príncipe, se contiene una minuciosa narración coetánea en la Carta a D. Miguel Baptista de la Nuza…, por J. F. Andrés, publicada en Zaragoza el año 1646. También es muy circunstanciado testimonio de época la Relación de la enfermedad del príncipe nuestro señor, escrita por el padre fray Juan Martínez, confesor de Su Majestad, para el Doctor Andrés (año 1656), inserta en la obra Relaciones históricas de los siglos XVI y XVII, por la «Sociedad de Bibliófilos españoles», páginas 339 y ss., Madrid, 1896. Esta obra describe minuciosamente la enfermedad de viruelas a que atribuye la muerte del príncipe, sus momentos últimos y el traslado de sus restos, sin dejar entrever otros motivos de su fin. <<
[73] Journal d’un voyage d’Espagne. <<
[74] Voyage d’Espagne. <<
[75] Así lo refiere Felipe IV en carta dirigida a sor María de Agreda en enero de 1647. <<
[76] Carta del 1.o de julio de 1648. <<
[77] Silvela, ob cit., p. 166. <<
[78] Flórez, Reynas Catholicas, t. II, p. 952. <<
[79] Carta del rey a sor María de Agreda, fecha 10 de marzo de 1649. Silvela, introducción a estas Cartas. <<
[80] Silvela, obra y tomo citados, p. 167. <<
[81] Era un servicio pecuniario prestado al rey por los grandes y títulos del reino, en sustitución de los soldados con que le ayudaban en la guerra durante la Reconquista, antes de crearse las milicias reales permanentes. <<
[82] Así consta en un privilegio otorgado por Felipe IV, cuyo original existe en el Archivo de la Casa de Oñate, y que cita Silvela (obra y tomo citados, p. 169, nota). <<
[83] La más completa y autorizada relación del largo viaje de doña Mariana, entre las varias que se escribieron entonces, fue la de D. Jerónimo Mascareñas, obispo y consejero español, en 1650. Alenda la cita y extracta en su libro Relaciones de solemnidades y fiestas públicas de España, pp. 305 y ss. <<
[84] Jorn. I, escs. VII y IX. Vid. Soler y Arqués, Los españoles, según Calderón, pp. 24-30. <<
[85] El hecho de que los matrimonios reales en aquel siglo se celebraran a veces en pueblos humildes, como el matritente de Navalcarnero y el burgalés de Quintanilla (donde casó Carlos II con María Luisa de Orleáns), ha llamado la atención de algunos historiadores. Martín Hume pretende explicarlo por la exención de tributos otorgada al lugar donde se efectuaba una boda regia; pues cuanto más pobre era aquél y menor su tributación, menos gravoso se hacía para la Hacienda tal provilegio (Reinas de la España antigua, ed. castellana, p. 332, nota). <<
[86] Silvela, obra y tomo citados, pp. 169-170. <<
[87] Voyage d’Espagne. <<
[88] Journal d’un voyage d’Espagne. <<
[89] Carta del 17 de noviembre de 1649. <<
[90] Refiere el caso Brunel en su citada obra, cap. XX. <<
[91] Barrionuevo, Avisos. Fecha de 24 de julio de 1655 (t. II, p. 37). <<
[92] Avisos. Fecha de 31 de enero de 1657 (t. III, p. 193). <<
[93] Court of Philip IV, cap. IX. <<
[94] Véase García Mercadal, España vista por los extranjeros, t. III, p. 110. <<
[95] Maura Gamazo, Carlos II y su corte, t. I, p. 202. <<
[96] Maura Gamazo, obra y tomo citados, p. 199. <<
[97] Maura Gamazo, obra y tomo citados, p. 202. <<
[98] Memoires of Lady Fanshawe. <<
[99] Aviso de 23 de septiembre. Ob. cit., t. I, p. 65. <<
[100] Martín Hume, Reinas de la España antigua, p. 336. <<
[101] Aviso del 14 de noviembre de 1657, t. III de la obra, p. 370. <<
[102] Barrionuevo, Avisos del 5 de diciembre de 1657. <<
[103] Así se lee en La bienvenida que da la Torrecilla del Prado al Serenísimo Príncipe de las Asturias el día de su nacimiento. Véase Alenda, Relaciones de solemnidades y fiestas públicas de España, Madrid, 1903, p. 331. <<
[104] Titúlase Al parto de la reina, y su estribillo es:
«Y trescientas cosas más».
La inserta Barrionuevo al final de su Aviso del 12 de septiembre de 1657 (ob. cit., t. III, pp. 416 y s.). <<
[105] Barrionuevo, Aviso del 17 de diciembre de 1657 (obra y tomo citados, p. 423). <<
[106] Barrionuevo, ídem, íd. <<
[107] Bertaut recoge tal impresión en su Journal d’un voyage d’Espagne. <<
[108] Carlos II y su Corte, t. I, p. 33. <<
[109] Citado por Maura Gamazo, obra y tomo citados, p. 34. <<
[110] Aunque el móvil oficial de la venida de Sanguín a España fue felicitar a Felipe IV en nombre de Luis XIV, por haberle nacido un niño, parece que pretendía comprobar también el rumor, propalado en Francia, de que el príncipe era hembra, bautizada como varón por razones de Estado. <<
[111] Maura Gamazo, Carlos II y su Corte, p. 83. <<
[112] Según una Gaceta manuscrita de la época, citada por el mismo autor. <<
[113] Maura Gamazo, obra y tomo citados, pp. 85-86. <<
[114] Maura Gamazo, obra y tomo citados, p. 87. <<
[115] Ob. cit., cap. XX. <<
[116] El 15 de mayo de 1626, hacia medianoche, según los documentos que utiliza Martín Hume en su libro The year after the armada… En tales documentos reconstruye Hume todos los pormenores de su natalicio, crianza y muerte. <<
[117] Carta primera de la citada colección documental examinada por Hume. <<
[118] El 12 de marzo de 1634, en Salamanca, en Eibar o en la villa de Isasi, según las distintas versiones de Hume, Cotarelo y el P. Flórez. <<
[119] P. Flórez, Memorias de las Reynas Catholicas, t. II, cap. «Hijos del Rey fuera de matrimonio», pp. 957 y ss. Flórez recogió de la tradición oral alguno de estos datos. <<
[120] Cánovas, Casa de Austria, cap. VIII. <<
[121] Así lo dice Silvela (ob. cit., t. I, p. 173). Hume (Court of Philip IV, cap. V) afirma que ocho de ellos fueron reconocidos. De todos modos, el reconocimiento único que alcanzó publicidad fue el de D. Juan de Austria. <<
[122] Una carta suya, citada por Flórez, declara que nació en el centro de España (Memorias de las Reynas Catholicas, t. II, página 958). <<
[123] Maura Gamazo, Carlos II y su Corte, t. I, p. 160. <<
[124] Los detalles de su crianza y educación pueden verse en Maura Gamazo, obra y tomo citados, pp. 172-173. <<
[125] Consignan el reconocimiento oficial las Cartas de los jesuitas, con fecha 29 de marzo de 1642 (Mem. hist. esp., t. XVI, página 306). <<
[126] La vita di D. Giovanni d’Austria, atribuida a Gregorio Leti y publicada en Colonia el año 1684. <<
[127] Obra y tomo citados, pp. 177-178. <<
[128] Así lo afirmó entonces José Pellicer y Tovar en sus Avisos (el correspondiente al 5 de agosto de 1642). <<
[129] Journal citado, cap. «De la cour et de la maison du roy d’Espagne». <<
[130] Bertaut, loc. cit. <<
[131] Loc. cit. <<
[132] Vid. Maura Gamazo, obra y tomo citados, p. 189. <<
[133] Indica esto Bertaut, loc. cit. <<
[134] Así lo refiere un Aviso anónimo de 1661, citado por Hume (ob. cit., cap. X). <<
[135] Transcribe este documento el P. Nithard en el t. I de sus Memorias inéditas. Vid. Maura Gamazo, obra y tomo citados, páginas 189-190. <<
[136] Avisos anónimos citados. <<
[137] Refieren el lance de la miniatura las Memorias de Nithard y una carta del embajador Poetting al emperador Leopoldo, fechada en Aranjuez a 6 de mayo de 1665. Vid. Maura Gamazo, obra y tomo citados, p. 193. <<
[138] Vid. Maura Gamazo, obra y tomo citados, pp. 192-193, nota. <<
[139] El Sr. Maura Gamazo estudia a fondo la figura de D. Juan de Austria, como hombre y como gobernante, en su obra Carlos II y su Corte, despojando a D. Juan de la falsa aureola con que otros historiadores le revistieron. <<
[140] Sobre los hijos bastardos de D. Juan, véase Flórez, obra, tomo y capítulo citados. <<
[141] Barrionuevo, Avisos de 23 de enero de 1657 (t. III, p. 181). <<
[142] Relación que hizo de su viaje por España, ed. castellana, página 125. <<