El radio-mensaje enviado a Tierra, momentos antes de que la explosión de radiación engullera a la nave, era un texto completo, repetido una y otra vez:
Hubo noventa y tres repeticiones; luego las letras se volvieron confusas, y la transmisión cesó abruptamente entre EXCEPTO y EUROPA.
—Estoy empezando a entender —dijo Floyd, cuando el mensaje fue retransmitido por un Control de Misión aterrorizado y ansioso—. Es un regalo de despedida: un nuevo sol, y los planetas que lo rodean.
—¿Pero por qué sólo tres? —preguntó Tanya.
—No seamos insaciables —replicó Floyd—. Se me ocurre una muy buena razón. Sabemos que hay vida en Europa. Bowman, o sus amigos, quienesquiera que sean, desean que la dejemos sola.
—Hay algo más para reforzar tu idea —dijo Vasili— he estado haciendo algunos cálculos. Suponiendo que Sol 2 se haya asentado y continúe irradiando a su nivel actual, Europa deberá poseer un agradable clima tropical… cuando el hielo se derrita. Lo que por otra parte ya está sucediendo.
—¿Qué hay de las otras lunas?
—Ganímedes será bastante grato; su lado nocturno será templado. Calisto será muy frío; aunque si se produce mucha evaporación, la nueva atmósfera podría hacerla habitable. Pero Ío será aun peor de lo que es ahora, creo.
—No es una gran pérdida. Ya era el infierno antes de que esto sucediera.
—No tachen a Ío —dijo Curnow—. Conozco un montón de petroleros de Texarab, que querrían tomar una tajada. Debe haber algo de valor, aun en un sitio tan desagradable como ése. Y, a propósito, se me ha ocurrido una idea perturbadora.
—Cualquier idea que te perturbe a ti tiene que ser seria —dijo Vasili—. ¿De qué se trata?
—¿Por qué Hal envió el mensaje a Tierra y no a nosotros? Estábamos mucho más cerca.
Hubo un silencio bastante largo; luego Floyd dijo, pensativo:
—Ya entiendo lo que quieres decir. Tal vez quisiera asegurarse de que sería recibido en Tierra.
—Pero sabía que lo retransmitiríamos… ¡oh! —los ojos de Tanya se agrandaron, como si se hubieran dado cuenta de algo desagradable.
—Me han perdido —se quejó Vasili.
—Creo que Walter apunta a eso —dijo Floyd—. Está muy bien sentirse agradecidos con Bowman, o quien sea que haya dado ese aviso. Pero eso es todo lo que hicieron. Aun podríamos haber resultado muertos.
—Pero no lo fuimos —contestó Tanya—. Nos salvamos… por nuestro propio esfuerzo. Y tal vez ésa fuera la idea completa. Si no nos hubiéramos salvado… no lo habríamos merecido. Ya saben, supervivencia del más apto. Selección darwiniana. Eliminar los genes de la estupidez.
—Tengo la desagradable sensación de que tienes razón —dijo Curnow—. Y si nos hubiésemos aferrado a nuestra fecha de lanzamiento y no hubiésemos usado a Discovery como plataforma, ¿habrían hecho él o ellos, algo para salvarnos? No habría demandado demasiado esfuerzo para una inteligencia que pudo hacer explotar a Júpiter. —Hubo un silencio incómodo, roto al fin por Heywood Floyd.
—Dentro de todo —dijo— estoy muy contento de que sea una pregunta que quedará sin respuesta.