22. HERMANO MAYOR

«¡Qué hermosa noticia la del bebé delfín! Me imagino qué excitado habrá estado Chris cuando los orgullosos padres lo llevaron a nuestra casa. Deberías haber escuchado los ohs y ahs de mis compañeros cuando vieron el vídeo en que nadan juntos, con Chris subido atrás. Sugieren que lo llamemos Sputnik, que significa tanto camarada como satélite.

»Lamento que haya pasado tanto tiempo desde mi último mensaje, pero los noticieros te habrán dado una idea de lo duro de nuestro trabajo. Inclusive la capitana Tanya ha abandonado toda pretensión de ajustarse a un programa regular; cada problema debe ser solucionado a medida que se presenta, por quien esté disponible. Dormimos cuando ya no podemos mantenernos en pie.

»Creo que podemos estar orgullosos de lo que hemos hecho. Ambas naves están operables y ya hemos terminado la primera serie de tests a Hal. En un par de días sabremos si podemos conferirle el mando de Discovery cuando nos vayamos de aquí para nuestra cita final con el Hermano Mayor.

»No sé quién fue el primero en llamarlo así; inexplicablemente, los rusos no son muy afectos a él, y se burlan sarcásticamente de nuestra designación oficial, TMA-2, señalándome —muchas veces— que está a mil millones de kilómetros de Tycho. Además, que Bowman no informó de ninguna anomalía magnética, y que el único parecido con TMA-1 es la forma. Cuando les pregunté qué nombre proponían ellos, me salieron con Zagadka, que significa enigma. Por cierto que es un nombre excelente pero todos se sonríen cuando intento pronunciarlo, así que seguiré llamándolo Hermano Mayor.

»Como quiera que se lo llame, ahora está a sólo diez mil kilómetros de aquí, y el viaje no nos tomará más de unas horas. Pero no tengo inconveniente en confesarte que esta última etapa nos tiene muy nerviosos.

»Habíamos esperado encontrarnos con alguna información nueva en Discovery. Ésa fue nuestra única desilusión, aunque deberíamos haberla previsto. Hal, por supuesto, fue desconectado mucho antes del encuentro, y no guarda memoria de lo que sucedió; Bowman se llevó consigo todos sus secretos. No hay nada en la bitácora de la nave ni en los sistemas de registro automático que no supiéramos anteriormente.

»El único indicio que descubrimos es puramente personal, un mensaje que Bowman había dejado para su madre. Me pregunto por qué nunca lo mandó; obviamente, tenía intenciones —o esperanzas— de regresar a la nave luego de la última EVA. Desde luego, lo hemos enviado a la señora Bowman; está en un hogar de descanso, en algún lugar de Florida, y su condición mental es precaria, así que tal vez no signifique nada para ella.

»Bueno, éstas son todas las noticias. No puedo decirte cuánto os extraño… a ti y a Chris y a los cielos azules y los verdes mares de la Tierra. Aquí son todos rojos y anaranjados y amarillos; muchas veces tan hermosos como el más fantástico atardecer, pero, después de un tiempo, se extrañan terriblemente los colores fríos y puros del otro extremo del espectro.

»Todo mi amor para ustedes dos… Volveré a llamar apenas pueda».