Mientras cruzaba el complejo, buscó el teléfono móvil en el bolso y llamó a Marder. Su secretaria, Eileen, le dijo que estaba en una reunión.
—Acabo de hablar con Jack Rogers —advirtió Casey—. Creo que va a escribir un artículo sobre las supuestas intenciones de la compañía de enviar el ala a China y sobre conflictos entre directivos.
—Vaya —dijo Eileen—. Malas noticias.
—Sería conveniente que Edgarton hablara con él y lo tranquilizara.
—Edgarton no se encarga de la prensa —respondió Eileen—. Pero John volverá a eso de las seis. ¿Quieres hablar con él?
—Sí; será mejor que hablemos.
—Tomo nota —dijo Eileen.