PASTEL DE FRUTAS GLASEADAS

Utilizar cualquier fruta, pero asegurarse de que esté totalmente madura. De esta receta sale un pastel grande o 4 individuales. Para 4 raciones.

INGREDIENTES

mantequilla para engrasar un molde

250 g de masa de hojaldre casera (véase «Técnicas: masa») o masa de hojaldre congelada

1 huevo batido

6 cucharadas de mermelada de albaricoque

15 ml (1 cucharada) de zumo de limón

100 g de arándanos

12 fresas arregladas

2 kiwis, pelados, partidos por la mitad en rodajas finas

3 higos maduros, en cuartos

100 g de grosellas

8 grosellas, tirando hacia atrás de los sépalos

PREPARACIÓN

1 Precalentar el horno a 220 °C/gas 7. Engrasar ligeramente con mantequilla una bandeja de horno.

2 Estirar la masa sobre una superficie de trabajo enharinada y cortar un cuadrado de 25 x 25 cm o cuatro de 12,5 x 12,5 cm, colocar el cuadrado, o los cuadrados, en una bandeja de horno y barnizar los bordes con agua.

3 Cortar la masa restante en tiras largas de 1,5 cm de ancho y colocarlas alrededor de los extremos, formando un borde único. Decorarlo presionando con la parte roma del cuchillo, haciendo un dibujo. Barnizar la parte superior del borde con huevo batido, cuidando de que no caiga por los lados.

4 Hornear la base, o las bases, de masa hasta que estén tostadas y hayan subido: aproximadamente 20 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar completamente sobre una bandeja de metal.

5 Poner la mermelada en un cazo pequeño, con el zumo de limón, y derretir a fuego vivo; pasar a un cuenco pequeño a través de un colador, para retirar cualquier trocito de albaricoque. Barnizar con un poco de este glaseado el fondo de la base, o las bases, de masa.

6 Colocar la fruta en la base de pasta, poniendo una cantidad generosa. Colocar las fresas con los extremos hacia arriba y cualquier fruta cortada con el lado del corte hacia abajo. Seguir el modelo que mostramos aquí o, si se prefiere, cualquier otro, formando líneas diagonales o rectas, o bien colocando las frutas de forma radial.

7 Recalentar el resto del glaseado y, con ayuda de una cuchara, ponerlo sobre la fruta hasta que quede cubierta con una capa espesa. Dejar que se enfríe y adquiera un aspecto gelatinoso. Servir.