Coatlicue. ¿Qué locura es ésta? —gritó Prometeo. Apartó la mano del cristal carmesí, que palpitaba con una luz del mismo color, y se la llevó al pecho. Tenía la tez pálida y arrugada; podía distinguirse cada una de las venas y huesos que conformaban su cuerpo. Nicolas estaba blanco como una pared.
—¿Qué está haciendo Dee? Coatlicue no puede instruir a Josh en la nigromancia.
—Coatlicue desprecia a los Inmemoriales —susurró Prometeo—. En una época pasada, la Arconte reunió un ejército de su propia raza con sus creaciones y arrasó todos los Mundos de Sombras, destrozando todo aquello que encontró por el camino. Es imperecedera, así que la desterraron al reino más lejano e inhóspito que jamás se había creado, cuyo espacio es como el de un disco de vinilo. Lleva atrapada allí decenas de miles de años.
—Dee no es tonto —dijo Nicolas—. Sabe que no puede traer a Coatlicue a este mundo. No podría controlarla.
—No creo que su intención sea liberar a Coatlicue en la Tierra —intervino Perenelle en voz baja con la mirada fija en Prometeo—. Tú mismo nos has dicho que Dee ha sido nombrado utlaga. Opino que Dee ha declarado la guerra a los Oscuros Inmemoriales —musitó—. Va a liberar a la Arconte sobe ellos: si los Inmemoriales están ocupados intentando frenar el ataque de Coatlicue, no tendrán tiempo para dedicárselo a él.
—Pero esta criatura, esta Arconte, es única —añadió Prometeo mientras golpeaba suavemente la calavera de cristal—. He leído los registros de las batallas que emprendió con los Granees Inmemoriales. —Intentó soltar una carcajada, pero lo único que consiguió fue articular un graznido—. Si Dee la invoca e intenta traerla hasta este mundo, la Arcontt estará muerta de hambre. Lo engullirá al instante.
—¡Claro! —exclamó Flamel con urgencia—. Por eso no invocará el mismo a la Arconte. ¡Hará que Josh la traiga!
Prometeo se volvió hacia el Alquimista con una expresión severa.
—No, Dee no haría…
Nicolas Flamel asistió mientras unas gigantescas lágrimas del mismo color del hielo manaban de los ojos de Perenelle.
—Sí, sí lo haría. Va a sacrificar al muchacho a la Madre de los Dioses.